CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Personal del Issste en todo el estado protestó por las condiciones en las que laboran de cara a la etapa más crítica de la contingencia sanitaria por el Covid-19.
Ayer, trabajadores de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) de la clínica del Issste en Ciudad Victoria, reprocharon la falta de material para atender esta emergencia.
“Trabajamos en condiciones inhumanas, el área de atención médica no nos provee de los insumos elementales para hacer el trabajo, como cubre bocas, gel antibacterial, que son insumos de primera necesidad para el personal como para el paciente”, señaló una de las manifestantes.
Acusaron al director de la clínica Mario López, de estar arriesgando la salud del personal, mientras al personal de la clínica de especialidades lo dejó ir desde hace días y a los de medicina familiar no les han permitido atender el decreto presidencial, “en esas condiciones no queremos arriesgar nuestra salud”.
Demandan que también se otorgue licencia con goce de sueldo para personal con enfermedades crónico degenerativas, sin embargo les piden estudios diarios de hemoglobina glucosilada, “si salen normales les dicen que la traen controlada y que así pueden trabajar, cuando todos sabemos que una enfermedad de esa puede ser de riesgo”
Insistieron en que no hay empatía ni han recibido apoyo de la representación sindical: “estamos trabajando en riesgo y con mucha incertidumbre, no hay empatía de la delegación”.
Ayer mismo, en Reynosa el personal del Issste reiteró que trabajan bajo protesta y exhiben mantas denunciando que no tienen insumos básicos para atender y evitar contagiarse.
También denunciaron a los medios que los funcionarios del Issste en Tamaulipas no han acatado la orden presidencial de disponer todo lo necesario para enfrentar la contingencia.
De hecho, denunció el delegado sindical José Luis Chávez Araiza, el hospital sólo tiene dos camas para terapia intensiva.
Lamentó que las autoridades no responden a sus solicitudes. «Por eso estamos trabajando bajo protesta porque no nos dan los implementos necesarios para cubrirnos», señaló.
«No tenemos ningún tipo de insumos y nuestra población trabajadora está en riesgo de contraer coronavirus de portadores asintomáticos», advirtió, «los médicos y enfermeras tienen que comprar de su sueldo los cubrebocas».
En letras grandes mayúsculas la manta colocada en la entrada al edificio rezaba: El Issste de Reynosa, Tamaulipas, no está preparado para la contingencia por el Covid-19.
«No tenemos cubrebocas, guantes, ni equipo médico suficiente para hacer frente a esta situación», suscribieron en la pancarta.
Las mantas están dirigidas a «Lic. Ariel Gámez Cruz, delegado estatal del Issste en Tamaulipas» y al doctor «Martín Tofic Salum Fares, subdelegado médico del Issste en Tamaulipas».
En otra manta, los médicos del Issste se dirigen a los derechohabientes para pedirles que hagan caso a las recomendaciones de quedarse en casa y mantener la sana distancia, ya que la prevención es la mejor medicina, ante las carencias de la clínica-hospital del Issste.
«Solicitamos su solidaridad y apoyo ante esta contingencia, ya que no contamos con los insumos suficientes para atender apropiadamente su salud, por lo que pedimos mantener el aislamiento social y resguardo en su vivienda. Por favor, ayúdanos a salir adelante ante esta crisis sanitaria. Atte. La base de trabajadores del Issste».
También Matamoros, se colocaron mantas donde el personal denuncia las condiciones en las que están trabajando.
Piden atender decreto presidencial
Una de las principales quejas del personal es que no se ha seguido la instrucción del presidente de la República de permitir a las personas vulnerables quedarse en casa.
Aseguraron que tanto el Director Mario López Velazco, así como el Subdelegado Médicos, Martín Tofic Salum Fares, obligaron al personal poniendo en riesgo a los que padecen alguna enfermedad crónico degenerativa y mayores de 60 años, porque ni a los adultos mayores dejaban ir a sus domicilios.
Según los denunciantes, la instrucción en una reunión sostenida con varios doctores fue que consiguieran permisos, metieran vacaciones o incapacidades para retirarse, porque de otra forma no podrían irse, violentando el decreto presidencial.
Entre personal médico y de enfermaría y apoyo, con más de 75 trabajadores que han solicitado un rol de guardias para atender las necesidades de atención urgente de pacientes, sin embargo hasta la tarde del viernes no la habían definido.