Así se vive #UnDíaSinNosotras en la capital y los estados.
Las calles de la Ciudad de México y los distintos estados de la República resintieron la ausencia de las mujeres esta 9 de marzo, debido al paro convocado bajo el hashtag #UnDíaSinNosotras.
Desde la estación del Tren Suburbano de Cuautitlán Izcalli, en el Estado de México, se vio una notable disminución del personal que labora en la zona de taquillas, servicio de intendencia y de diversos comercios que son atendidos por mujeres, lo que dejó a cientos de hombres sorprendidos. “No hay mujeres en las taquillas y se entiende porque les dieron el día; yo la verdad lo reconozco porque ellas deben luchar por lo que creen y porque se termine la inseguridad con la que viven. Hoy sufrimos, pero demuestra lo que pasa cuando no hay mujeres en nuestras vidas”, destacó Antonio Hernández, usuario del servicio.
En los vagones del Tren Suburbano casi no se veían mujeres sentadas o desplazándose entre estaciones, pues solo unas pocas fueron a trabajar. “Me tocó trabajar porque no nos dieron el día, pero no importa, porque ya empezó algo padre para nosotras que esperamos no se termine y se acabe la violencia que padecemos en los transportes”, dijo Anal Laura López quien trabaja en un restaurante de la Ciudad de México.
Incluso en la conferencia matutina del presidente, muchas de las sillas permanecieron vacías, por la falta de reporteras.
En las calles es sensible el bajo número de mujeres, sin embargo sí continúan visitando centros comerciales para realizar compras y trámites.
En un recorrido por centros comerciales se constató que mujeres que laboran en áreas como limpieza o atención al público, en tiendas departamentales y restaurantes, laboran de manera normal. Muchas de estas tiendas no otorgaron el día a sus trabajadoras, o ellas decidieron no faltar.
Carmen es trabajadora de limpieza, junto con una compañera y un compañero se encargan de la limpieza de Gran Sur, en el turno matutino, dice que de haber faltado, su compañero solo no habría podido con todo el trabajo, por eso no se sumó al paro nacional.
En los bancos también es notoria la ausencia de mujeres y varios ejecutivos tuvieron que limpiar sus propios escritorios. Mila, una ejecutiva reveló que acudió a supervisar a sus compañeros, “solo por preocupación de que todo estará bien, pero ya me voy”.
En diversas escuelas de la delegación Coyoacán, La Razón constató que no hay clases debido a que el personal femenino ocupa la mayor parte de las plazas.