PROTESTAN OBREROS PARA FRENAR MAQUILAS
En la frontera, ya se realizaron manifestaciones en compañías de Reynosa y Matamoros, donde los sindicatos están pidiendo que las empresas respeten el decreto federal de suspender actividades hasta el 30 de abril, con el pago íntegro del salario.
Mientras que en Victoria, trabajadores de Kemet ayer por segunda ocasión se negaron a ingresar a la planta por temor a contagiarse de la enfermedad.
En rueda de prensa, el líder del Sindicato de Jornaleros y Obreros Industriales y de la Industria Maquiladora en Matamoros (SJOIIM), Juan Villafuerte Morales, señaló que, como 40 empresas maquiladoras donde laboran alrededor de 20 mil obreros, no han acatado la disposición del decreto emitido para que sólo estén operando aquellas empresas con actividades esenciales, podrían irse a paro.
“Estamos planeando hacer un paro general, ya se reportaron muchos líderes que son amigos en todo el país, y están dispuestos a apoyar a este sindicato y a toda la clase trabajadora”.
Villafuerte Morales, comentó que las empresas deberán respetar el sueldo de los trabajadores y pagarlo al ciento por ciento, “deben ser las autoridades las que tomen las riendas”, señaló.
Indicó que ya se entregaron notificaciones del decreto emitido por el Gobierno Federal para que las empresas que no lleven a cabo actividades esenciales, paren labores.
“Lo que se quiere es que la empresa reconozca este decreto y lo aplique; una vez que los empresarios reconozcan y le den al trabajador ese beneficio que tiene, beneficio porque se está enfrentando un problema de salud, no de dinero o productividad”.
En Reynosa, en al menos cuatro maquiladoras se realizaron protestas para conseguir el mismo fin.
El Secretario general adjunto del Sindicato Industrial Autónomo de Maquiladoras en la República Mexicana (SIAMARM), Bayron Cavazos, encabezó las manifestaciones en los accesos de las plantas maquiladoras.
Alberto Lara Bazaldúa, secretario general del SIAMARM, negociaba vía telefónica con las gerencias de las empresas para convencerlos de cumplir el decreto que los obliga a pagar salarios hasta el 30 de abril y no despedir trabajadores.
«Es voluntario, si quieren entrar a trabajar adelante, pero la recomendación es que se vayan a sus casas, que se vayan a cuidar a su familia, a sus hijos», les decía Cavazos a los obrero.
