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Verificará Profeco ingredientes del queso amarillo y del café

MÉXICO.- La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) se alista a presentar un análisis sobre decenas de marcas de quesos tipo americano, también conocido como queso amarillo, que se comercializan en el país.

El titular de la Profeco, Ricardo Sheffield, aseguró al diario Milenio que buscarán determinar qué fabricantes no cumplen con la Norma Oficial Mexicana (NOM) aplicable, donde se especifica que el queso amarillo debe contener 100 por ciento de grasa de leche y nada de grasa vegetal.

Muchas marcas, adelantó Ricardo Sheffield, agregan no sólo grasa vegetal sino también colorantes y saborizantes artificiales por lo que, en estricto apego a la norma, no podrían ostentarse como queso.

Se trata, agregó, de una irregularidad observada con mucha mayor frecuencia en quesos amarillos que en los blancos, en donde casi ninguna marca agrega grasa vegetal.

Además, señaló que notificarán a todas las empresas cuyos productos fueron analizados a fin de que tengan tiempo para aclarar los datos y presentar observaciones previo a la publicación del estudio.

Profeco también prepara análisis sobre calidad del café
Ricardo Sheffield agregó que también están elaborando un análisis sobre los cafés solubles comercializados en México, donde esperan encontrar que varias marcas incumplen con la norma.

Trabajadores de la procuraduría trabajan en análisis químicos para descubrir si se agregan saborizantes y colorantes artificiales al café o, como se ha encontrado en otros países, un porcentaje de garbanzo.

Sin embargo, advirtió que este estudio lleva tiempo porque el café se tuesta a muy altas temperaturas y muchas veces no es posible distinguirlo químicamente del garbanzo.

Hace unas semanas, la Secretaría de Economía ordenó la suspender la comercialización de 19 quesos por diversas faltas a la Norma Oficial Mexicana.

Entre las principales irregularidades, se encontró que algunos productos no dama el peso declarado en el empaque o incluían la leyenda “100 por ciento leche” cuando en realidad habían agregado grasa vegetal; además, tampoco daban a conocer el porcentaje de caseinatos usados para su elaboración.