Cultura

Muere el poeta José Vicente Anaya a los 73 años

La secretaria de Cultura del gobierno de México, Alejandra Frausto, lamentó la muerte del poeta José Vicente Anaya, a quien definió como “uno de nuestros poetas mayores”.

“Cada tanto vuelvo, con asombro, a releer “Híkuri”. Incansable estudioso y traductor, sus ensayos fueron nuestra puerta de entrada a la literatura beat. Mi pésame a su familia y amigos”, escribió.

A través de un comunicado de Malpaís Ediciones y la familia del poeta se informó de su fallecimiento, la madrugada de este 1 de agosto, “tras pasar varios meses hospitalizado por complicaciones de salud, recientemente fue sometido a una intervención quirúrgica, angioplastía, para destapar las arterías de sus piernas por diversas calcificaciones que bloqueaban el flujo de sangre”, se especificó en el texto.

Nacido en Villa Coronado, Chihuahua, el 22 de enero de 1947, hizo estudios de Sociología y de Letras hispánicas en la UNAM. De 1981 a 1983, fue jefe del departamento editorial en la Universidad Autónoma del Estado de México. Del 1997 al 2008 fundó y codirigió alforja, Revista de Poesía y Ediciones alforja.

Considerado uno de los fundadores del Infrarrealismo, en la bibliografía de José Vicente Anaya se cuentan títulos como Los valles solitarios nemorosos, Morgue, Híkuri, Peregrino o Paria: “La poesía invita a entrar en ella como quien entra a otro país, y nos enseña y transmite los valores que son tan necesarios en estos tiempos”, aseguró José Vicente Anaya durante un homenaje que recibiera en el Palacio de Bellas Artes para festejar sus 70 años de vida. Aquella noche, como parte del ciclo Protagonistas de la Literatura Mexicana, el escritor chihuahuense recordó que si bien hay un cliché en los editores comerciales que dicen que la poesía no se vende, él buscó cambiarlo a lo largo de su vida:  “No puedo pensar que la poesía se venda o no, sino que la poesía se lee y se entiende; la poesía está implícita en el pueblo, en el lenguaje y en los juicios del pueblo mexicano”.

De acuerdo con la hija del poeta, Andrea Anaya, tras salir del hospital, llegaron a casa a descansar: “falleció pacíficamente en su domicilio exacto que son los sueños”, escribió.